BITÁCORA DE UN DÍA EN LA CAPITAL

Cámara de Representantes
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El Parlamento recibió en la tarde de este miércoles a la cuarta delegación de niños que participan del Programa “Visita tu Parlamento 2018”. En esta ocasión arribaron al Palacio Legislativo los alumnos de las escuelas número 5, 37 y 56, correspondientes a las zonas rurales de Jesús María, Paso de Panta y González, respectivamente, todas ellas del departamento de San José. En total sumaban unos 16 alumnos, quienes estaban acompañados por sus maestros y el Presidente de la Junta departamental de San José, Gastón Camy.

 

El circuito comenzó en el “Salón de los Pasos Perdidos”, continuó en la Sala de sesiones del Senado, luego en la Biblioteca y siguió en la Sala de sesiones de la Cámara de Representantes. Una vez más, el asombro de los niños se focalizaba en ser -por unos instantes- el centro de atención de este último lugar, cuando el Presidente Jorge Gandini invitó a los legisladores a saludarlos desde sus bancas. Eso podría haber sido el episodio que definiera su tarde en el Parlamento, pero los esperaba algo más grande: el Despacho del Presidente de Diputados. Allí los aguardaban Gandini y los legisladores por el departamento de San José, María Luisa Conde y Tabaré Laca, quienes los invitaron a pasar y relajarse. En absoluta confianza con el Presidente, los niños contaron sus memorias de lo que habría sido su día recorriendo edificios históricos, el aclamado Mc Donald’s y el épico y renombrado por una pequeña “Salón de los Perdidos”. El Presidente les preguntó desde donde venían y solo bastó con la palabra de la alumna Micaela para dar cuenta que entre una zona y otra solo separan unos pocos kilómetros, por lo que todos se conocen a pesar de pertenecer a distintas escuelas.

 

Minutos antes de continuar el recorrido, Gandini les quitó una gran sonrisa al obsequiarles unas mochilitas con útiles escolares y una versión de bolsillo de la Constitución de la República. Lo que para algunos parece muy pequeño, como pudo ser esa versión de bolsillo, para ellos parecía tan inmenso como el simple hecho de tener en sus manos, como dijo uno de ellos: “todas las leyes de Uruguay”, y aunque sus palabras no tuvieran tal verdad, allí algo quedó muy claro: esa Constitución estaba en buenas manos y ese niño aprendería las bases de su gobierno, sus derechos y libertades.

 

“Es hora de que continúen su recorrido”, anunció finalmente el Presidente. “Ay, no, acá estoy muy cómoda”, respondió por allí una alumna. Pero con un As bajo la manga, Gandini duplicó su oferta: confesó que un túnel subterráneo (el “Pasaje de la Democracia”) y sus meriendas los aguardaban. Aquel dato convenció a la pequeña al instante de que todavía seguirían las buenas.