Cuestas, Lindolfo

 

Señores Senadores; señores Representantes:

La elección de Presidente Constitucional que ha efectuado en mi persona la Honorable Asamblea Legislativa de mi país me llena de satisfacción como ciudadano y como hombre, no porque ese acto venga á satisfacer ambiciones personales de mando, porque ya he tenido ocasión de decir á mis compatriotas por repetidas veces que las alturas del Poder no me seducen, sino porque esta elección libre y espontánea consagra y honra mi procederes de gobernante fiel á los intereses generales del país.

Casi año y medio he desempeñado el Poder Ejecutivo de la República, como Presidente del Senado primero, como Presidente Provisional después a través de dificultades sin cuento que no se repiten con frecuencia en la historia de los pueblos.

Las perturbaciones de una época azarosa han sido dominadas con mano firme y prudente. Está en la memoria de toda la dedicación de los buenos ciudadanos al mejor servicio público, y á él se debe sin duda que se haya obtenido sostener la paz en la República base de su prosperidad.

Permitidme, Honorable asamblea, una expansión de mi espíritu. -A raíz del golpe de Estado del 10 de febrero del año pasado, al que fuí impulsado por los sucesos, que son los que guían siempre los actos del hombre público, y á fin de salvar al País de la guerra civil, mi anhelo, mi ideal, única aspiración, fué volver brevemente á las instituciones, que son las verdaderas protectoras del orden social y político de las naciones; y á ese objeto no he omitido sacrificio alguno personal, mereciendo de la Providencia, ante la que me inclino respetuoso y agradecido, ese señalado favor.

La era constitucional que empieza augura más serenos días y felices resultados, porque la confianza pública que se apoya en la legalidad, permitirá el desarrollo franco de las fuerzas productoras de país, y su engrandecimiento.

El programa de mi gobierno debe concretarse al respeto debido á la Constitución y á las leyes.
La lealtad política y la administración honrada, son principios fundamentales de que ya he dado pruebas en la práctica del Gobierno Provisional.

Gobernaré para los habitantes del país sin distinción de colores políticos.

La iniciativa de fraternidad entro los partidos militantes a partir del pacto de paz de Setiembre de 1897, que me he esforzado en sostener y proclamar, como base de unidad para bien de la Patria, será uno de los propósitos de mi Gobierno.

Señores Senadores; señores Representantes: aceptad la expresión de mi reconocimiento.

Año
1898
Presidente
Cuestas, Lindolfo