PARLAMENTO PRO LACTANCIA

Cámara de Senadores
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Siguiendo los pasos de la ley 19.161 sobre lactancia materna, el subsidio y el medio horario laboral destinado a las madres para amamantar a sus hijos, el Parlamento nacional pone a disposición de las funcionarias y sus bebés una sala de lactancia materna con todo lo necesario para alimentar a sus hijos.
La sede del Poder Legislativo no contaba con un espacio para amamantamiento, por lo que el Presidente de la Asamblea General, Raúl Sendic ordenó su concreción en el menor plazo posible, quedando ya pronta para ser utilizada. La sala está ubicada en el segundo subsuelo del edificio anexo José Artigas, al inicio del Pasaje de la Democracia.
La iniciativa fue planteada originalmente por el Servicio Médico del Palacio Legislativo y los trabajos de adaptación del espacio físico estuvieron a cargo de la Dirección de Arquitectura, ambos servicios pertenecientes a la Comisión Administrativa.
De acuerdo a lo que establece la ley vigente, toda madre tiene derecho a interrumpir su trabajo para ese fin durante dos períodos de media hora, los que deberán ser contados como trabajo efectivo. Vale recordar que la leche materna es el único alimento que el bebé necesita para los primeros seis meses de vida, es la “primera inmunización” del bebé, no existen fórmulas alternativas para su protección.
La leche materna promueve el desarrollo sensorial y cognitivo, además de proteger al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas. La lactancia natural exclusiva reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia, como la diarrea o la neumonía, y favorece un pronto restablecimiento en caso de enfermedad, contribuye a la salud y el bienestar de la madre, y disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario, osteoporosis, diabetes tipo II, entre otras patologías.
La lactancia requiere que la madre dedique algún tiempo silencioso y relajado para ella misma y su bebé, lo cual los ayuda a estrechar su vínculo. El contacto físico es importante para los recién nacidos y los ayuda a sentirse seguros, cálidos y confortados. Las madres que amamantan tienen una mayor confianza en sí mismas y se sienten más cercanas y unidas a sus bebés.