AMARILLA: “LA TRATA DE PERSONAS ES LA TERCERA FORMA DE TRÁFICO MÁS EXTENDIDA”

Cámara de Representantes
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El Presidente de la Cámara de Representantes, Gerardo Amarilla instó a “asumir la responsabilidad y luchar con denuedo para terminar” con “la trata de personas, tercera forma de tráfico más extendida, tras el tráfico de drogas y el de armas”.

Las palabras de Amarilla fueron expresadas este lunes 12 de septiembre en el Palacio Legislativo durante la conferencia “Acción y cooperación internacional contra el delito de la Trata de Personas: desafíos, perspectivas y propuestas”, organizado por la Escuela de Gobierno con la participación de distintos actores de la sociedad civil y organismos internacionales con experiencia en el tema.

“En un mundo donde hay trata y tráfico de personas con cifras que se estiman en 2.5 millones al año. Todos deberíamos asumir nuestra responsabilidad, es decir nuestra culpa, por esta situación y luchar con denuedo para terminar con esta práctica que nos avergüenza como humanidad”, dijo Amarilla.

Aludió a que en cuatro siglos fueron entre 11 y 13 millones los esclavos que fueron traídos desde África a América mientras que en la actualidad “cada año entran en redes de explotación unos 2,5 millones de víctimas en el mundo, principalmente mujeres y menores”, según consignó el Ministerio de Relaciones Exteriores Francia.

Sostuvo que esta actividad ilegal genera 32 mil millones de euros al año y que la Comisión Europea emprendió en junio de 2012 una estrategia para erradicar esta trata.

El Presidente indicó además que existen múltiples formas de explotación: entre las que destacó la explotación sexual, el trabajo forzado, la esclavitud doméstica y la mendicidad forzada.

Al referirse a los antecedentes dijo que se trata de un debate que viene desde la antigüedad y “que ha tenido defensores desde Aristóteles, que entendía era un fenómeno natural, hasta la indiferencia que -como en tantas  situaciones de injusticia- es la peor forma de apoyo para mantener el statu- quo”.

El titular de la Cámara indicó que “a pesar de los sostenedores, que se benefician, comercian y se enriquecen, hasta los que miran para otro lado y no se han responsables, hubo hombres justos que sintieron el dolor del prójimo como propio y alzaron sus voces contra este flagelo”.

En ese sentido utilizó de ejemplo “las Siete Partidas, Código Legal de Alfonso X “el Sabio” de larga vigencia, donde se afirma (IV, 23, 8) que la esclavitud es ‘la más vil cosa de este mundo’ después del pecado”.

También se refirió a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789, “factor determinante para que en la Francia revolucionaria del 4 de febrero de 1794, bajo los Jacobinos, la Convención abolieran la esclavitud, aunque esta disposición sería revocada años más tarde por Napoleón Bonaparte”.

Aluió además a William Wilberforce político, filántropo y abolicionista inglés, “quien siendo miembro del Parlamento Británico, lideró una campaña en contra de la esclavitud. Propuso un proyecto de ley a la Cámara de los Comunes para eliminarla en 1791; y que desde entonces defendió el proyecto abolicionista hasta 1807, año en que su proyecto fue aprobado por el Parlamento Británico”.

Amarilla mencionó las palabras de Wilberforce: “Pienso no acusar a nadie, sino de verdad asumir la propia vergüenza, conjuntamente, con el Parlamento de toda Gran Bretaña, por haber sufrido este horrible comercio que se lleva a cabo bajo su autoridad. Todos somos culpables. Nosotros deberíamos declararnos todos culpables, y no excusarnos transfiriendo la culpa sobre otros. Confieso, que tan pronto llegué a este punto de mi investigación acerca de la trata de esclavos y su perversidad, fue tan enorme, tan terrible, tan irremediable que desde ese mismo momento decidí que no descansaría hasta que hubiese logrado su abolición”.

Asimismo, “un comercio, basada en la iniquidad, y continuado como era este, debe ser abolido”.

“Willberforce decía que esas prácticas avergonzaban al Imperio Británico como Nación”, recordó Amarilla.