LA CASA DE MAXIM MALHADO

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Primeros artistas internacionales
El artista brasileño, Maxim Malhado, nacido en el Estado de Bahía en el año 1967, comenzó a armar su obra en la entrada del Salón de los Pasos Perdidos. Esta se denomina en portugués “Esteio” que en nuestro idioma podría traducirse como pilar fundamental, el elemento que sostiene una casa. El artista y sus colaboradores, el bio constructor uruguayo Julio Demicheli y estudiantes de la facultad de arquitectura de nuestro país, utilizan una protección muy fuerte para proteger el piso donde se asentará su obra, una “casa de taipa” (rancho de barro) como los que se construyen en el nordeste brasileño.
Malhado expresó que su trabajo visual es atraído por la arquitectura, le interesa generar diálogos entre obras donde se evidencien contrastes fuertes como en este caso sucede entre su rancho de barro construido entre mármoles y bajo el techo del Salón de los Pasos Perdidos. Mencionó que fue invitado a exponer en la 3ª Bienal de Montevideo por el curador, Alfons Hug quien vio su obra en la Bienal de Bahía.
Piensa que los estudiantes de arquitectura tendrían que conocer este tipo de construcción, que es muy económica y accesible para la gente más humilde. En su Bahía natal la gente consigue los materiales del entorno más inmediato, madera de los arbóles y barro de la tierra, además de presentar ventajas habitacionales ostensibles como ser no tener humedad, ser cálido en invierno y fresco en verano.
Para el artista “la casa de taipa es un buen resumen” de las tres culturas que poblaron américa: la indígena, la europea y la negra africana. Sostiene que los tres saberes aportaron los conocimientos necesarios que definieron la estructura morfológica que llega hasta el presente.
Consultado sobre el estado del arte en el mundo actual el artista indicó que no es fácil sobrevivir desarrollando un estilo de arte no tradicional, pero destacó que hay un esfuerzo en el mundo de instalar el arte contemporáneo, donde coexisten muchos lenguajes artísticos. En ese sentido señaló que es muy acertada la decisión de la 3ª Bienal de Montevideo de promover este tipo de propuestas.
Sobre los prejuicios en el arte, que se basan en la búsqueda de lo perfecto y de la belleza, Malhado nos contestó con un poema de su autoría, que utiliza para definir la visión de su arte y de las casas de barro en particular: “un defecto es una cosa, un error es otra, y la belleza no es nada diferente”. A él le interesaría que el público que vea su obra traslade este concepto a su día a día, no abandonar las formas que alguna vez nos sirvieron pero que pese al paso del tiempo mantienen sus virtudes.