MENSAJE DEL PRESIDENTE EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Cámara de Representantes
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El 8 de marzo de cada año, se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Esta es una fecha propicia para reflexionar sobre la situación de las mujeres alrededor del mundo y en Uruguay.

 

En mi calidad de Presidente de la Cámara de Representantes, quisiera comenzar por expresar que gracias al compromiso del Parlamento Nacional ha habido significativos avances en la consagración normativa de los derechos de las mujeres en nuestra sociedad.

 

Fuimos de los primeros países de América Latina en reconocer a las mujeres el derecho a elegir y ser elegidas, el de administrar sus bienes, el derecho al divorcio, a licencias maternales, a la igualdad en el trato laboral. El derecho de elegir por quién estar acompañadas en el parto. El derecho de trabajadoras públicas y privadas a un día de licencia, con goce de sueldo, para realizarse análisis ginecológicos preventivos. Fueron aprobadas la ley de salud sexual y reproductiva, la ley de participación política y la ley integral contra la violencia de género, entre otras.

 

Pero, igual que sucede a nivel internacional -con tratados ratificados y leyes aprobadas-, también en nuestro país las diferencias entre hombres y mujeres subsisten. Es insuficiente el “progreso manuscrito” de leyes que consagran derechos y proclaman la igualdad. Se requiere un cambio cultural de toda la sociedad, complejo y profundo, que concrete y transforme en hechos la expresión de voluntad, para que los derechos consagrados se gocen efectivamente.

 

La trata, la explotación sexual, las inequidades salariales, la discriminación en tanto mujer, la violencia de género, los femicidios; están presentes con distinto rigor en las Sociedades del Siglo XXI. En nuestro país se ha avanzado mucho, pero también resta mucho por hacer.

 

Por eso éste no es un día cualquiera para los representantes elegidos por el pueblo, que debemos velar por el ejercicio efectivo de todos los derechos, sin ningún tipo de discriminación. En este día debemos comprometer nuestro trabajo permanente a favor de una sociedad que crezca y se desarrolle en términos de equidad y con igualdad de oportunidades, aspectos esenciales de la convivencia democrática.

 

En este día reciban un saludo todas las mujeres y -en especial-, las legisladoras de todos los partidos que durante años han luchado por incorporar a la agenda pública y política el concepto de equidad como un derecho humano fundamental que debe consagrarse y respetarse; y que además han logrado -con el trabajo conjunto por encima de partidos-, sensibilizar a la población y al sistema político con el tema.

 

Finalmente hago extensivo mi saludo a todas las mujeres que trabajan en el Parlamento, funcionarias de todos los escalafones, trabajadoras tercerizadas, así como secretarias y asesoras de legisladoras y legisladores.