PARA EL PRESIDENTE GANDINI VISITAR LA REPÚBLICA POPULAR CHINA REPRESENTA UN VIAJE AL FUTURO

Cámara de Representantes
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“Cuando volví a China, después de veinte años, conocí y recorrí un país diferente, pujante, desarrollado y moderno. Me sorprendió el avance educativo y tecnológico, sentí en aquel momento que visitaba el futuro”. Con estas palabras el Presidente de la Cámara de Representantes recibió en el Salón de los Pasos Perdidos parte de la cultura del país asiático, al conmemorar el 30º Aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestros países.

La ceremonia fue presidida por el señor embajador de la República Popular China, Wang Gang, quien agradeció la relación entre ambos pueblos y ofreció un concierto donde, entre melodías orientales, figuraron también temas nuestros y que tanto nos representan en el mundo como “La Cumparsita”, de Gerardo Matos Rodríguez.

Sobre el cambio geopolítico que llevó al establecimiento de relaciones diplomáticas con China, el Presidente Gandini rememoró los tiempos en que el contador Enrique Iglesias, sin notoriedad pública, negociaba los términos del encuentro diplomático que se concretó el 8 de febrero de 1988 en la ciudad de Nueva York.

Gandini recordaba que en aquél tiempo Uruguay salía de la dictadura, que aún vivían Wilson Ferreira y el General Seregni y que aquella decisión fue precedida de un amplio debate público y parlamentario, repleto de dudas, resistencias, apoyos y expectativas.

“Treinta años después –dijo- es indiscutible el acierto de la decisión que el Uruguay tomó con clara visión de futuro”.

Luego habló de los cambios procesados desde entonces: treinta años atrás aún estaba en pie el Muro de Berlín, había dos Alemanias, aún no había desaparecido la Unión Soviética, no existía el Mercosur, tampoco la Unión Económica Europea y ni se soñaba con internet.

Con una frase el Presidente Gandini resumía su primera impresión de un viaje realizado en 1996: “aquél fue un viaje al pasado”; para contrastarlo luego con la experiencia vivida veinte años después, cuando le tocó volver a visitar Beijing, Hangzhou y Shangai. “Esta vez sentí que visitaba el futuro”, dijo.

Finalizó sus palabras afirmando que “es un honor recibir en esta casa, la casa de la libertad y el pluralismo, al señor embajador de la República Popular China y un privilegio ser testigos y protagonistas de este tiempo que depara nuevas relaciones que ayudarán al desarrollo y felicidad de ambos pueblos”.