El diputado se refirió a la salud mental y bienestar psicosocial. Según la definición de la OMS, es un estado de bienestar en el que la persona es consciente de sus capacidades y las realiza, es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir con la sociedad. La salud mental no es un estado estático, a lo largo de nuestra vida tenemos momentos positivos, negativos y otros que pueden configurar una enfermedad.
Explicó que, a raíz de la pandemia nos dimos cuenta que la población más susceptible a estos cambios de salud mental son los adolescentes y jóvenes, quienes son muy sensibles al entorno y a las circunstancias, pero los estigmas de la salud mental hacen que no se quiera hablar de eso, pero si no lo hablamos, ¿cómo podemos asesorar a quienes se encuentran en un estado negativo?
Según Lorenzo, el bienestar psicosocial es: lo emocional, lo psicológico, lo social, desde una perspectiva de desarrollo integral del ser humano. Para esto tenemos que hablar del bienestar intrapersonal: pensamientos y emociones positivas como la esperanza, la tranquilidad y la autoestima; del bienestar interpersonal que son las relaciones enriquecedoras, el sentido de pertenencia, la capacidad de sostener vínculos cercanos, de tomar decisiones positivas y de responder eficazmente a los desafíos de la vida.
Expresó que es muy importante el cuidado de la salud mental, ya que afecta la salud física, pensamos, sentimos y actuamos diferente y eso nos lleva a una alteración de la salud física; generando situaciones de estrés que no somos capaces de sobrellevar. La pregunta es: ¿es positivo hablar de lo que sentimos?
“Vivimos en un tiempo en el que se promueve la disociación de estas vivencias, persiguiendo una utópica felicidad asociada únicamente a lo placentero, sin embargo la felicidad y el sufrimiento coexisten a diario. Debemos habilitar espacios para dialogar, quitar etiquetas y desarmar tabúes acerca del tema. Al identificar lo que nos pasa podemos ponerle nombre, informarnos sobre nuestras emociones y lograr ver que ya no estamos tan sólos en nuestra vivencia, compartir el dolor hará que duela menos”, finalizó Lorenzo.