La diputada Lucía Etcheverry se refirió a que el lunes 10 de octubre fue el día de la salud mental. “Este día está impulsado por la Federación Mundial de la Salud Mental y por la Organización Mundial de la Salud. Es un día para dar visibilidad a este sufrimiento y a esta problemática, pero también para generar conciencia sobre la necesidad de crear dispositivos, recursos, para aplicar en su mayor amplitud”, agregó la diputada Etcheverry.
El Uruguay, en el 2017, se produjo un diálogo en el que todos los partidos políticos con representación parlamentaria participaron y terminaron acordando, un cambio de paradigma de la atención de la salud mental, asumiendo de común acuerdo que deja de ser asistencialismo puro para ponerse en el lugar de reconocer al otro con sus capacidades, con su entorno familiar, con la necesidad de dispositivos más modernos, más humanistas. El resultado fue la ley 19.529 que refiere a la salud mental, transformándose en un hito, de suma importancia, que terminó siendo una referencia para el país. No tuvo en aquel momento todos los recursos necesarios, se pudo reglamentar en algunos dispositivos pero falta mucho.
“Lo cierto es que, ésta es una problemática que cada vez crece en el mundo y en nuestro país, así como crece el sufrimiento mental, también crece la intersección con otras problemáticas, como son las adicciones, el consumo problemático y el incremento de los suicidios, sobre todo de la gurizada. En ese sentido, quiero reafirmar hoy, la necesidad de que efectivamente hagamos el esfuerzo, porque pudimos hacerlo hace muy pocas semanas, de dialogar, más allá de nuestras diferencias ideológicas en un tema que nos tiene que convocar a todos, que es la salud mental y efectivamente garantizar que haya otros dispositivos, que haya tratamientos adecuados y adaptados a las características de cada persona, dispositivos sociales, territoriales, que tenga lo que necesita que es humanizar y mirar integralmente esta problemática. Esto requiere recursos, requiere un Ministerio de Salud Pública mucho más firme en su rectoría, y esto implica que salga a fiscalizar y controlar que lo que está establecido en la ley lo cumpla el prestador público, a quien se le han asignado recursos que todavía no ha utilizado, y también a los prestadores privados que no están cumpliendo con los aspectos que están establecidos en la ley”, enfatizó la diputada Lucía Etcheverry.
Agregó que, hoy muchas familias y pacientes deambulan por los prestadores privados para que efectivamente cumplan con lo que está establecido en la ley, que no es solamente la internación, también son procesos terapéuticos adecuados, y eso necesita de equipos interdisciplinarios, con abordaje terapéutico desde el punto de vista social y comunitario, y ahí es donde el sistema político tiene que dar una señal de que somos capaces de llegar a los niveles de acuerdo como los que tuvimos en una ley que nos atravesaba más allá de las ideologías y acompañar a los colectivos de pacientes y familiares para que tengamos mayores recursos, que fueron propuestos en la rendición de cuentas pero que lamentablemente no fueron acompañados, pero es bueno destacar, que sabemos que tenemos los espacios para poder acordar.
El lunes 10 hubo una marcha, la número 11, que congrega a muchos colectivos vinculados a la salud mental: pacientes, familiares, equipos técnicos, expresiones de la cultura; porque también allí se trata de lograr una vida mucho más plena.
Finalizó expresando que: “Había en esa marcha un ómnibus que invitaba a subirse, producto de un hecho lamentable que todos vimos en la prensa y frente a una situación de desconocimiento y de temor, bajaron del ómnibus a una persona…generando un problema. Ese ómnibus representaba el invitar a la sociedad a subirse y a empujar con empatía para que, quienes tienen un padecimiento mental, puedan tener -en una perspectiva de derechos humanos- muchas más oportunidades. A eso invitamos al sistema político, para que nadie se baje de ese ómnibus”.