La representante en su exposición se refirió a un tema que está en la agenda, uno de los escándalos más grandes desde la reapertura democrática hasta aquí.
Este asunto, explicó la diputada, no deja de involucrar a la seguridad pública.
Hace meses que como sociedad estamos viviendo este escándalo y cada nuevo evento tiene consecuencias en el daño a la institucionalidad y a la imagen internacional de nuestro país, algo que tanto nos ha costado conseguir.
Como expuso Díaz, los últimos días de septiembre fue detenido el señor Astesiano cuando volvía de acompañar al Presidente de sus vacaciones de primavera, en su calidad de jefe de servicios de la seguridad presidencial. Un hombre que era totalmente desconocido para la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas pasó a ocupar el centro de nuestra atención.
Lo que quedó claro, acotó la legisladora, es que era bien conocido por diferentes autoridades del Ministerio del Interior y de la justicia uruguaya. No podemos olvidarnos que en el momento de su detención tenía más de 30 indagatorias y, a pesar de lo que se dijo públicamente por parte de autoridades nacionales, tenía antecedentes penales, destacó Díaz.
La diputada continuó diciendo que además se descubrió que operaba desde el 4° piso de la Torre Ejecutiva y tenía relación de extrema confianza con diferentes jerarcas del Gobierno, con acceso privilegiado a la información.
Empezó con las partidas de nacimiento apócrifas para entregar pasaportes a ciudadanos rusos, vulnerando la privacidad de los datos de los ciudadanos, luego se descubrieron reuniones con empresarios extranjeros, presuntas conversaciones donde se coordinaban acciones por fuera del marco normativo con jerarcas policiales.
Finalizó exponiendo que, hay una urgencia tremenda por instalar la idea de que esto es un relato y que es una mentira, pero si tan mentira es ¿por qué renunció el subdirector de la Policía, Héctor Ferreira, después que se hizo pública la amenaza al Senador Alejandro Sánchez en una conversación, donde decía que podía aparecer en una zanja? Por esto, debemos cuidar la institucionalidad y la fortaleza de nuestra democracia.