El diputado se refirió a los cambios en materia educativa. Comenzó explicando los avances que se lograron en los últimos gobiernos, por ejemplo, los centros CAIF, la extensión de las escuelas a tiempo completo, el Plan Ceibal, el incremento en la matrícula en enseñanza secundaria y la creación de la Universidad Tecnológica. Pero, aclaró el legislador, el país todavía tiene desafíos, especialmente en la culminación de los estudios de educación media superior y aprendizajes de la formación.
Habló sobre la transformación en la educación que está impulsando el gobierno y manifestó la preocupación que tiene sobre este tema, refiriéndose a las dificultades que está teniendo el proceso. Esta “transformación tuvo poco diálogo”, considera que está siendo impuesta y que los procesos no son comunicados.
A su vez, el legislador explicó que los desafíos se encuentran en secundaria, pero aún más en la formación, lo que impacta directamente en las personas que luego serán los que educan. A modo de ejemplo, el representante explicó que los profesores eligen horas pero que no conocen los programas, la bibliografía a utilizar, ni los requerimientos de aprobación para los estudiantes. En julio se obtuvo la primera versión del documento, y en noviembre los Consejos de Formación y Educación los aprobaron, aclarando que habían sido entregados a los consejeros solamente unas horas antes.
Para el diputado, el proceso se está dando rápidamente lo que no permite llegar a buenos resultados. Explicó que se eliminarán más de 60 materias sin explicación y que se hicieron semestrales algunas de las mismas, situación que genera inseguridad en los docentes ya que no saben qué harán en el próximo semestre. Explicó que en las últimas horas se anunció que el salario de los docentes se hará de forma anual, pero que otras soluciones que se estaban proponiendo no fueron llevadas a cabo. Por ejemplo, que los docentes en vez de elegir horas puedan elegir cargos, lo que les permitiría en un semestre dar clase y en el otro investigar. Olmos declaró que hubo una reducción de 166 grupos en formación de educación y más de 200 en secundaria, lo que genera un clima que debe preocuparnos a todos.
Para finalizar, el diputado argumentó que la educación debe ser una política de Estado, no de gobierno, que una reforma de estas magnitudes no puede realizarse en un periodo de gobierno y menos en los dos años restantes del mandato. Gustavo Olmos hace un llamado a las autoridades al diálogo con los docentes, estudiantes, partidos políticos y gremios, quienes se han acercado a la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes para expresar que “no quieren decidir, quieren incidir”.