Propuesta de nuevo servicio de salud en COMCAR

Salud en cárceles

 

El Comisionado Parlamentario envió una recomendación al Ministerio del Interior y a la Administración de Servicios de Salud del Estado para implementar un centro de salud de baja complejidad para internación transitoria de los presos que por su enfermedad no pueden estar en el celdario común. El sábado 30 un interno falleció en COMCAR en su celda, tenía un complejo cuadro cardíaco.

 

En nota enviada el miércoles 3 al Ministro del Interior Eduardo Bonomi y al Presidente de ASSE Marcos Carámbula, el Comisionado Parlamentario planteó las dificultades que existen para la atención de privados de libertad en la Unidad Nº 4 COMCAR, donde se encuentra uno cada 3,5 presos del país. En la nota, también presentada a la Comisión de Seguimiento Carcelario del Poder Legislativo y la Institución Nacional de Derechos Humanos, el funcionario parlamentario indicó que muchos internos, debido a su estado de salud, requieren de observación médica que no puede ser dada en los celdarios habituales. Se señalan en esa situación los procesos pre y post operatorios, situaciones de salud mental, cuadros que esperan diagnóstico e incluso cuadros de tuberculosis, que deben ser atendidas en espacios aislados de convivencia. La nota, que toma la forma de “recomendación” según la Ley 17.684, también recuerda que sigue siendo dificultosa, por diversos motivos, la coordinación con los servicios médicos externos, lo que tranca los procesos de rehabilitación social e integración.

 

Como alternativa posible, el Comisionado señala que el Módulo 12 de COMCAR está sin uso desde un motín ocurrido el año pasado, contando con instalaciones que por su disposición pueden permitir el funcionamiento de servicios médicos con varias alas separadas y autónomas, con la debida vigilancia. De implementarse esta medida, con recursos médicos de ASSE y educativos y de vigilancia del Ministerio del Interior y del Instituto Nacional de Rehabilitación, se lograría atender debidamente a muchos internos que en los celdarios ven empeorar su condición de salud. La internación y observación transitoria en un módulo especializado, permitiría además descongestionar y ordenar los traslados a servicios médicos especializados en hospitales, lo cual todavía constituye un proceso complejo, señala el funcionario.

 

La nota del Comisionado dice que: “Asimismo, en una población tan numerosa como la existente en el COMCAR –téngase presente que los sectores socio económicos vulnerables registran problemas de salud muy superiores al promedio nacional y que las condiciones de crianza de riesgo no solo inciden en el comportamiento adulto sino también en dificultades inmunológicas y de salud general– la afectación a la salud es muy importante y constituye un factor de inestabilidad de internos y sus familias. Constatamos en nuestras visitas al COMCAR una y otra vez que hay múltiples situaciones de salud que son atendidas con enorme dificultad ya que el entorno carcelario tradicional agravado por carencias estructurales –celdas con encierro, pocas actividades– no es el adecuado para tales afecciones. Constantemente vemos internos que deben encarar tratamientos, procesos pre o post operatorios, enfermedades crónicas invalidantes, cuadros de observación médica, cuya situación se agrava al tener que volver al régimen general de reclusión.

 

El reciente fallecimiento el sábado 30 pasado de un interno en el Módulo 8, que tenía claras señales de ser portador de cardiopatías que requerían un seguimiento, observación y condiciones de residencia adecuadas muy diferentes de las que tuvo, es una señal más de que se requiere crear un nuevo servicio con capacidad de atención médica que sea una alternativa para ciertos casos a las planchadas y celdarios existentes. Más aún, en la recorrida realizada con motivo del referido fallecimiento, identificamos casos de salud, que derivamos al centro médico y fueron atendidos prestamente, que también requerían una internación alternativa a la que tenían para evitar el agravamiento de su cuadro sanitario”.

 

También agrega que: “Soy conteste de que vuestras instituciones llevan adelante un enfoque asistencial basado en la perspectiva de derechos humanos, que la presencia de ASSE en el sistema penitenciario –todavía incompleta y necesitada de mayores recursos– ha sido un mojón histórico para nuevos avances. También soy conteste de que todos nosotros y nuestras instituciones compartimos los valores y las normas de las “Reglas Mandela”, normas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las personas privadas de libertad, aprobadas por Uruguay en la Asamblea General de Naciones Unidas, que entre otras cosas señalan: “La prestación de los servicios de médicos a los reclusos es una responsabilidad del Estado. Los reclusos gozarán de los mismos estándares de atención sanitaria que estén disponibles en la comunidad exterior y tendrán acceso gratuito a los servicios de salud necesarios sin discriminación por razón de su situación jurídica. (…) Los servicios médicos se organizarán con la administración del servicio de salud pública general y de un modo tal que se logre la continuidad exterior del tratamiento y la atención, incluso en lo que respecta al VIH, la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas, y la drogodependencia. (…) Todo establecimiento penitenciario contará con un servicio de atención sanitaria encargado de evaluar, promover, proteger y mejorar la salud física y mental de los reclusos, en particular de los que tengan necesidades sanitarias especiales o problemas de salud que dificulten su reeducación. (…) El servicio de atención sanitaria constará de un equipo interdisciplinario con suficiente personal calificado que actúe con plena independencia clínica y posea suficientes conocimientos especializado en psicología y psiquiatría. Todo recluso tendrá acceso a los servicios de un dentista calificado”.